Me encanta el calabacín... como me lo pongas... relleno, a la plancha, con pasta, en puré... me lo como de todas las formas y no me canso. Este verano hemos tenido bastante cosecha de calabacín en el huerto y los he hecho de todas las maneras, pero aunque la crema de calabacín típica con quesitos, está muy rica porque es muy suave, la hago muy a menudo y mis hijos se la comen muy bien, he de decir que ya necesitaba darle otro toque y probar sabores nuevos.
La otra noche hice para cenar esta crema, pensaba que igual no nos gustaba mucho porque la Cúrcuma da mucho sabor e igual nos paraba un poco fuerte, pero ¡¡ que va !!, el resultado fue espectacular ¡¡ nos encantó !! y ese toque a especias... uuummm, nos teletransportamos a Marruecos sin darnos cuenta... y decidí servirlos en los cuencos que comprámos en el viaje a Marruecos y acompañarla con Cus- cus de segundo, cenita moruna total, je je...
INGREDIENTES:
1 kilo de calabacines
3 zanahorias
2 cebollas
1 cucharada sopera de Cúrcuma
1 cuchara sopera de orégano
Sal y pimienta negra molida
Semillas de sésamo y amapola
PREPARACIÓN:
Pelar las zanahorias, las cebollas y los calabacínes ( los calabacines los podéis pelar o no según os guste más ) y trocear. Pochar en una sartén con un poquito de aceite de oliva, la cebolla unos 15 minutos. Añadir las zanahorias y pochar otros 10 minutos. Añadir los calabacines, rehogar un poco más, pasarlo todo a una cazuela y cubrirlo todo con agua. Poner entonces la cúrcuma, la pimienta y el orégano y cocer unos 30 minutos. Batir en la batidora y servir con las semillas de sésamo y amapola por encima.
Como podéis ver, es muy facilita de hacer y ¡¡ está de muerteeee !!...
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